Palabras pronunciadas por el compositor Harold Gramatges en ocasión del concierto celebrado en el marco de las actividades dedicadas a celebrar el cincuentenario de Cecilio Tieles.
19 de diciembre de 1992.
Sala Covarrubias, Teatro Nacional de La Habana.

Buenas noches, estimados amigos,
El concierto que nos ofrece esta noche el maestro Cecilio Tieles, tiene una grata significación: el reciente arribo a sus cincuenta cumpleaños. He tenido el privilegio de conocer a Cecilio Tieles desde su más tierna edad lo cual me ha permitido seguir sus pasos a través de su formación musical y su trayectoria intelectual. Aquí asoma su rostro aquel hombre íntegro que se llamó Evelio Tieles Soler. Fue el padre de Cecilio y Evelio Tieles quien calibró el terreno, abrió el surco, plantó la semilla y fluyó con amor y atenta disciplina el crecimiento del árbol que habría de entregar su jugoso fruto. La formación técnica de Cecilio Tieles comenzó bajo la dirección del profesor César Pérez Sentenat. En 1952, estudió en el Conservatorio de París con Berthelier, Benvenutti, Ciampi. En 1958, pasa a Moscú y continúa sus estudios con Feinberg y Roschina en el Conservatorio Chaikovski. Hace curso de postgraduado y en 1966 concluye sus estudios de licenciatura y aspirantura científica. De regreso a Cuba se incorpora como profesor en la Escuela Nacional de Arte y como concertista en el Consejo Nacional de Cultura. En ambas esferas su actividad ha sido relevante: como intérprete, tanto de solista como en conjunto de cámara, domina un amplísimo repertorio con especial énfasis en la música cubana contemporánea, latinoamericana y española. Su actividad de conciertos abarca gran cantidad de países: Cuba, Francia, Alemania, España, Portugal, Checoeslovaquia, antigua URSS, Ecuador, Estados Unidos, entre otros. Como pedagogo ha tenido una amplia ¿y linda? trayectoria: muchos de sus alumnos han sido laureados en concursos nacionales e internacionales. Es notable su participación en la confección de planes y programas de todos los niveles de la enseñanza musical en Cuba hasta 1984 y luego en España donde el Gobierno de Cataluña lo nombra miembro de la Comisión encargada de esta tarea. Durante estos veintiséis años de labor ininterrumpida por el mejoramiento del arte pianístico, el profesor Tieles se ha dedicado también a la investigación musicológica desde sus cátedras de piano en el Conservatorio de Vila-seca, Tarragona, y el Liceo de Barcelona, colaborando en revistas de alto prestigio musicológico. Hace apenas unas horas formé parte del jurado que se constituyó en el Instituto Superior de Arte [ISA] de La Habana para otorgar al maestro Tieles el doctorado en Ciencias del Arte donde desarrolló con brillante defensa un enjundioso estudio sobre la personalidad de Nicolás Ruiz Espadero, el compositor más representativo y controvertido del romanticismo musical en Cuba durante el siglo XIX. Este acontecimiento reviste un importante jalón en la vida de Cecilio Tieles: se trata de la primera vez que el ISA otorga la categoría doctoral en cualquiera de las facultades que integra este centro de estudios superiores y nuestro homenajeado alcanza triunfante al arribo de sus fructíferos cincuenta años. Deseamos fervientemente que Cecilio Tieles continúe esta ruta triunfal en sus andanzas por el mundo mágico de los sonidos como plena felicidad. ¡Muchas gracias!

Bien, ahora vamos a dejar un poco de señal de este acontecimiento de esta noche entregándole una placa que debe de portarla el compañero Roberto Chorens, presidente de la institución que patrocina toda esta actividad de la Asociación de Música de Conciertos.

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